Los gatos son a menudo considerados criaturas misteriosas, con un carácter especial y casi místico. Se trata del animal que en el imaginario colectivo acompaña a las brujas y, para qué engañarnos, a los malos de la película. Afortunadamente se trata de mitos que solo tienen su lugar en la literatura o en el cine. Los mininos de carne y hueso dan buenas muestras de su afabilidad cada día a lo largo y ancho del planeta y protagonizan millones de vídeos adorables que circulan por Internet. De hecho, poner un gato en tu vida digital es casi sinónimo de éxito, tal es la adoración que despierta esta mascota entre la concurrencia.
Curiosidades gatunas
¿Sabes dónde se encuentra la huella dactilar de un gato? ¡En la nariz! El dibujo que se aprecia en ella y sus hendiduras son diferentes en cada minino. Esto mismo les ocurre a los perros.
Cada oreja de tu minino tiene la friolera de 32 músculos, los cuales le permiten moverla hacia todos y cada uno de los sonidos que percibe. ¿No te has fijado que sus orejas parecen radares? Ya sabes el porqué de ese movimiento.
Es cierto que la mayoría de las veces los gatos ronronean cuando están felices pero también lo hacen las hembras cuando se ponen de parto así como los ejemplares que están enfermos o incluso asustados para calmarse.
En cuanto a su característico maullido, debes saber que lo emplean prácticamente para comunicarse con los humanos, casi nunca con otros congéneres, que los gatos sordos emiten sonidos más fuertes que los que no lo son y que existen razas como el gato siamés que son muy parlanchinas, capaces de emitir una buena cantidad de maullidos diferentes.
Los gatos son, además, grandes atletas que caminan tan elegantemente como las bailarinas de ballet sobre sus dedos (¡tienen 18, no 20 como los humanos!) y pueden saltar hasta 6 veces su tamaño.
Esta mascota es muy territorial, tú eres el que vive en su terreno y cuando se roza contigo lo que está haciendo es marcarte como parte de su propiedad. Ojo, resto de gatos, tú le perteneces.
Curiosidades sobre los gatos
Los gatos maúllan principalmente en su comunicación con los humanos y casi nunca con otros felinos.
Los gatos, salvo excepciones de mininos polidáctiles, tienen 5 dedos en cada una de sus patas delanteras y 4 en las traseras.
No existen dos gatos con la misma nariz, tampoco dos perros. Al igual que nuestra huella dactilar del dedo índice es exclusiva de cada cual, el dibujo y hendiduras de la nariz hacen diferente a cada minino.
La aspirina es tóxica para los gatos, más vulnerables a ella que los perros.
Las orejas de los gatos están formadas por 32 músculos cada una, de ahí la facilidad que tienen para moverlas a modo de radares enfocándolas a las distintas fuentes de sonido.
Los gatos cuyo pelaje es de tres colores generalmente son hembras. Es muy raro encontrar un gato macho tricolor, de hecho esta alteración se debe a una anomalía cromosómica.
Aunque muchas veces los gatos ronronean de puro gusto, en otras ocasiones lo hacen cuando están enfermos, asustados o de parto para tranquilizarse.
Los gatos que son sordos suelen maullar mucho más fuerte que los que no lo son.
Los gatos no caminan apoyando todo el pie sino que lo hacen como si fueran bailarinas, andando sobre las puntas de los pies. Esta condición aumenta la gracilidad y elegancia de sus movimientos además de servirle para ir de caza ya que no hace ruido.
Los gatos entierran sus heces porque en la naturaleza su olor penetrante delata su presencia y podría atraer a posibles enemigos.
Mar Aguilar